1 de noviembre de 2012

Jalogüín


Ayer yo no festejé Halloween. A la mierda con las costumbres foráneas extranjerizantes.
En su lugar, me propuse disfrutar el día con actividades puramente locales.

Por la mañana fui con los amigos a jugar al deporte autóctono argentino por excelencia: el football. Yo juego de wing, de fullback o de centrehalf, según lo necesite el equipo. Ayer tuve un buen día y metí dos goals.
Al mediodía fui a almorzar a lo de la vieja una comida típica de las pampas: spaghetti a la bolognesa. Como los hace la mamma no tienen igual.
En la sobremesa me quedé viendo por la televisión una serie que refleja perfectamente el ser nacional: Los Simpsons. Mi personaje preferido es el fanático protestante y vecino de Homer, Ned Flanders. Igualito a los que uno se puede encontrar por la calle.
Después, por la tarde, nos pusimos a jugar con mis hermanos a la escoba de 15, un juego de naipes para baraja española típicamente argentino.
A la tarde noche me fui con el viejo Ford Falcon a ver un concierto de música vernácula: el rock&roll. Tocaban varios grupos que hacían homenajes a canciones míticas del rock nacional, como Waiting for 1989, de Sumo, o Longchamps Boogie, de Pappo.
Terminado el concierto, nos fuimos todos a un pub a tomarnos una tradicional bebida telúrica: la cerveza. Para picar nos pusieron unos salamines de Milán y queso Roquefort, que a mí no me gusta para nada.
Como ven, es muy fácil esquivar la influencia extranjera y quedarse solamente con las costumbres de los pueblos originarios, de los que descendemos los Cerletti, los García, los Suhit, los Faggiani, y casi todos los apellidos que conforman mi árbol genealógico.

¡Viva la patria, carajo!
Argentinien über alles!

19 de octubre de 2012

Clarín miente, ¿y?

Ok, supongamos que, efectivamente, «Clarín miente». ¿Entonces? No leas Clarín, no veas las televisiones ni oigas las radios de su multimedios. Ya está.

Clarín solo es un problema si consideramos que las personas (o la gente, o el pueblo, o el vulgo, o las clases medias tinellizadas, o como se las quiera llamar) son imbéciles y se dejan engañar con facilidad. Y que solo el Padrecito Estado (y sus apóstoles de 6-7-8) las puede salvar del mal. O de El Mal.
La concentración mediática es un asunto importante, pero no es ni de lejos el más grave. En Estados muy rígidos, con medios únicos controlados por el gobierno, las personas se las ingenian para informarse, para separar la paja del trigo. Los acontecimientos de la reciente primavera árabe dan algunos ejemplos de ello. Y en otros países, donde los medios privados son pocos y concentran poder, las personas también se las ingenian para pensar por su cuenta (Chávez ganó sus primeras elecciones en Venezuela con todos ‒o casi todos‒ los medios privados abiertamente en su contra).
Si a ello le sumamos que el consumo de medios tradicionales se desplaza cada vez más por la influencia de Internet, el peso de grupos mediáticos como el de Clarín es cada vez menor[1].

La única forma para conseguir que un multimedios no sea fuerte consiste en que las personas sean lo suficientemente avispadas como para no tragarse cualquier cosa que el multimedios le diga. Y eso no se consigue con leyes antimonopolio ni con ataques sistemáticos desde el Estado, sino con una buena educación. Una educación racional, que desde la primaria enseñe a cada uno a pensar por sí mismo, a discernir, a leer entre líneas, a analizar y desmenuzar todo lo que oye y lee. Que explique que todo lo que alguien dice, lo dice desde un lugar y con una intención. Que nada es gratis en la vida.
Claro que si dejamos la educación en manos de los medios (como en buena parte de Estados Unidos), y si permitimos que la información se convierta en entretenimiento (o en infotainment, como le dicen) entonces estamos perdidos, condenados a vivir rodeados de personas convencidas de que Dios creó al mundo en siete días, de que Bin Laden y Sadam Husein planearon juntos lo de las Torres Gemelas, y de que Obama es musulmán y comunista.

Dejémonos de hinchar las pelotas con Clarín y concentrémonos en lo que realmente importa (la pobreza estructural, la pauperización de la clase media, la todavía dolarizada economía, la inflación, la debilidad del «modelo» económico que depende de una soja cara y de la caja de Anses, etc.) y que Clarín siga siendo lo que fue siempre: un diario bastante malo[2].
                                                                    
Parafraseando a los toltecas, es verdad, es así, así es, está averiguado, y sí por sí, y no por no.



[1] Y si, además, añadimos que casi todos los medios que no son Clarín se parecen cada vez más a copias del Boletín Oficial o a la Cadena Nacional, la situación no parece amenazar mucho a la posición del gobierno.
[2] Al que, por cierto, dejé de leer tiempo atrás, mucho antes de que los Kirchner siquiera soñaran con pasar de ser un tándem político servilmente menemista a convertirse en mesiánicos salvadores de la patria.

9 de octubre de 2012

Digo...


Voy a decir una cosa, bien clara, para que no haya malentendidos ni equívocos. La voy a decir ahora que estamos a tiempo, para que nadie se engañe. Y la voy a decir sin rodeos, así, como salga, con ímpetu y coraje.

Ya está, ya la dije.

(Podría transcribirla, pero no sería lo mismo.)

5 de octubre de 2012

Guión para la peor entrevista en la historia del periodismo científico


El asunto se titula de la siguiente manera: Hallan la estrella más cercana al agujero negro central de la Vía Láctea. En un programa de radio matinal, de estos de información general, presentan el tema con un informe plagado de explicaciones reduccionistas que te dejan como estabas antes y luego, para aclarar más el tema, llaman a un experto (el responsable de un observatorio). El periodisto de turno empieza la entrevista así:

‒¿Por qué el Universo se sigue expandiendo de forma infinita? [sic]
El experto, paciente y probablemente acostumbrado a escuchar preguntas de esta guisa, responde lo que buenamente puede y, en un gesto de grandeza que lo honra, halaga al estúpido del entrevistador diciéndole “esa es la pregunta del millón, o la del Premio Nobel”. Menciona algo sobre la “energía oscura” y luego elude seguir por ese camino indicándole al entrevistador que el tema da para seguir investigando durante décadas.

El periodisto, no conforme con su primera jugada, insiste con otra preguntonta:
‒Sin embargo, todavía no sabemos de dónde venimos y adónde vamos. [¿sin embargo con respecto a qué?]
El experto, absorto pero con un gran saber estar, insiste en que no es una pregunta de fácil respuesta. Añade que “aunque la supiéramos [a la respuesta] seguro que no la podríamos contestar en unas pocas líneas”. Después introduce de manera muy general algunos conceptos básicos sobre el Big Bang y nuestra ignorancia sobre la materia que constituye el Universo.

El periodisto continúa con alguna pregunta algo más lógica, encaminada a la divulgación (por qué se construyen observatorios en desiertos, etc.), pero le dura poco. No puede con su genio y suelta:
‒¿Otros universos son posibles?
El experto indica que “por definición, la palabra Universo es todo, por eso tenemos que hablar de UN Universo”. Luego aclara que, cuando los astrónomos hablan del Universo, hablan del “Universo observable”, es decir, una esfera centrada en la Tierra y con un radio de 14.000 millones de años luz (lo más lejano que actualmente se puede aspirar a observar de manera directa).

A continuación, en una brillante analogía con los ciclos económicos, el periodisto pregunta si el Universo se puede “comprimir” y si hay “fases de expansión”. El experto, amablemente, no lo descarta. El periodisto prosigue en su línea:
‒Si todo sigue como va, parece que dentro de 5.000 millones de años el Sol nos va a absorber.
El experto indica que eso es bien probable y luego explica en qué consiste una estrella, qué procesos se desarrollan en su interior y por qué el Sol absorbería a la Tierra. No obstante, añade al final de su exposición: “Pero estoy seguro de que nuestra civilización se va a encargar de destruirnos antes de que eso ocurra”. A lo que el periodisto responde (como si la última frase no hubiera existido):
‒Me tranquiliza y mucho saber que es 5.000 millones de años.
Resignado, el experto dice “sí, las escalas astronómicas siempre son muy, muy grandes”.

Esto, que parece un chiste o un escenario exagerado y esterotipado sobre la imbecilidad periodistiquil y las enormes falencias en la divulgación de noticias científicas que tiene el periodismo actual, es un hecho real.
Esto ha pasado y nosotros lo permitimos. El periodisto se llama Manolo H.H., la víctima (el experto) es Xavier Barcons y el programa de radio es El día menos pensado de Radio Nacional de España.

Y si no me creen, visiten este enlace mientras esté disponible.

15 de septiembre de 2012

Parrafada breve



"He hecho esta carta más larga de lo usual porque no tengo tiempo para hacer una más corta."
Blaise Pascal 
Filósofo, matemático y físico francés

14 de septiembre de 2012

Zeitgeist (I)


Cada vez estoy más convencido que, en nuestro tiempo, los adultos tendemos a comportarnos como una panda de preadolescentes egoístas que no ve más allá de sus preocupaciones pueriles, cuyos vínculos afectivos solo se basan en el comercio de dar y recibir, incapaz de distinguir los grises en un mundo que percibimos en blanco y negro y que, cada dos por tres, invierte la polaridad haciéndonos afirmar con ardor lo que antes negábamos con vehemencia.

Cómo elegir al mejor futbolista del mundo


Partamos de la base de que el fútbol es un deporte de equipo y, por consiguiente, lo que importa es tener un buen equipo.
Un buen equipo es más que la suma de buenos jugadores (como lo demostró Brasil en más de una ocasión): es organización, entendimiento sin palabras, ideas claras, variantes, solidaridad, entrega, compañerismo… Una serie de cosas que pueden convertir a una banda de delincuentes en una selección campeona (Grecia, en la Eurocopa de 2004) o al menos finalista (Argentina, en el Mundial de 1990).

Más allá de eso, está claro que uno siente debilidad por algunas figuras puntuales. Y por ello suelen producirse a menudo discusiones absurdas acerca de cuál es el mejor futbolista del mundo. Por lo habitual, en esta competición cuentan con ventaja los delanteros o mediocampistas ofensivos. No falta razón, en tanto algunos de estos jugadores son clave para cumplir con el objetivo principal del juego (hacer más goles que el rival). Pero también es cierto que casi nadie valora lo suficiente el trabajo de un Gattuso, de un Puyol, de un Mascherano o incluso de un Arruabarrena, encargados de recuperar la pelota que perdió alguno de esos delanteros en una gambeta fallida para ponerla de nuevo en el frente de ataque.
Ahora bien, más allá de gustos y apreciaciones personales, no existe un criterio objetivo para determinar cuál es el mejor jugador del mundo: no hay parámetros que puedan definir si tal o cual jugador supera a tal o cual otro. Las estadísticas enmascaran y retuercen lo que uno ve en el terreno de juego. Esto no es baseball, ni basket; acá no cuentan los home-runs ni los rebotes. Así que propongo un método que, pese a ser subjetivo, es sencillo y fácil de comprender por cualquiera.

Suponete que vas a jugar un partido entre amigos, pero a última hora faltan todos menos uno. Ahí estás vos con tu compañero, una pelota aburrida en un rincón, y un cúmulo de insultos para con los impresentables de los ausentes (y sus novias, madres, hijos, compromisos laborales y demás coartadas para abandonar la práctica del deporte rey). Cuando están los dos en plena desolación, juntando sus cosas para volver a casa con la frente marchita, baja Dios (Maradona, o sea) y les dice: “Por ser ustedes, porque se vinieron a jugar igual, a pesar de que todos los abandonaron, a pesar del frío o del calor, del cansancio o de la falta de estado físico; porque ustedes son de los que creen que la pelota no se mancha, les voy a dejar jugar un partido de fútbol con los mejores. Agarren los diez jugadores profesionales que quieran, de cualquier parte del planeta, y ármense el equipo para hoy”.
Entonces vos te mirás con tu amigo y deciden hacer el “pan y queso” para determinar quién elige primero. Y te toca a vos. Así, con todos los futbolistas en activo del mundo entero a tu disposición, te toca escoger primero. Tenés que asegurarte una pieza clave en tu equipo antes de que lo haga tu amigo: ¿a quién elegís?
Ese que elijas es, para vos, el mejor jugador del mundo.

(P.S.: A mí me parece que, hoy en día, el que no elija a Messi mete la pata).

12 de agosto de 2012

Orígenes del marronismo

"Desdichado quien encuentra una muerte horrible, pero... ¿no pensamos en quien la ha perdido?"

"Reparad en ese pato que corre. Reparad en aquel corderito que trisca. Reparad esa cerca que huyen los animalitos."

"En el mundo hay Bondad y Maldad. Justicia e Injusticia. Árboles y tortugas. Hay muchas cosas."

 Ernesto Esteban Etchenique
(recogido en Fontanarrosa, Roberto. Nada del otro mundo.
 Ediciones de la Flor, Buenos Aires, 1990)

16 de julio de 2012

Conservadores y dinosaurios


Si es cierto que el Golfo de México es el cráter dejado por el enorme meteorito que se estrelló contra la Tierra hace millones de años, provocando la extinción de los dinosaurios, debemos achacar a ese cuerpo celeste dos gravísimos daños irreparables para el Universo: 1) que haya interrumpido la evolución de los grandes lagartos; y 2), que haya permitido la existencia de la corriente del Golfo, lo que atempera y suaviza el clima en las islas británicas, posibilitando la existencia de los ingleses.
(Nota: ¿Simbolizará el San Jorge matando al dragón la conjunción del meteorito asesino de lagartos y el triunfo de los ingleses sobre la evolución?)
Juan Pedro Soco Urtizberea

11 de julio de 2012

Inconmensurabilidad futbolística



“Mucha gente piensa que la filosofía y el fútbol están reñidos. Yo creo que eso es falso: el fútbol no tiene tiempo para esas boludeces.”
Vladimiro Marrón

19 de junio de 2012

Lógica agotadora




“Cuando estoy cansado veo todo negro. Básicamente porque se me cierran los ojos.”
Vladimiro Marrón

4 de junio de 2012

Ciencia prensada


(haga click en la imagen para agrandar)
Las noticias científicas no existen. Las pocas informaciones que llegan a las páginas de los diarios (o a sus versiones on-line), a las televisiones o a las radios tienen poco o nulo contenido científico, vienen precedidas o anunciadas por titulares sensacionalistas, y acaban por ser harto confusas y decepcionantes. (Me refiero a las noticias puramente científicas, y no a esas otras que entran en los epígrafes de “ciencia”, pero que son más bien tecnológicas, y que a su vez acaban derivando en la presentación de nuevos modelos de smartphones o gadgets para tilingos futu-vintage.)
De modo que podemos leer (o ver, o escuchar) que existe la teletrasportación, que se curó el cáncer, que se puede viajar por el tiempo, que descubrieron la panacea universal, que un nuevo químico permite vivir eternamente, que se puede viajar a Marte en dos horas o un montón de promesas históricas hechas realidad. También hay un apartado de noticias (igualmente anunciadas en tono sensacionalista) que apuntan al conventillo científico: un Fulano echa por tierra las teorías de Einstein; descubren que el gato de Schrödinger en realidad se escapó por la ventana; un Don Nadie resuelve el problema matemático más antiguo de la humanidad y deja a los científicos en ridículo; etc.
En todos los casos, hay un patrón común: la enorme distancia (un abismo) entre el titular y el cuerpo de la noticia. Para empezar, lo que se anuncia con bombos y platillos resulta ser algo más modesto (la teletrasportación acaban siendo dos fotones entrelazados; la cura contra el cáncer acaba siendo un pequeño éxito con dos ratas de laboratorio; el fallo de Einstein acaba siendo un matiz en una frase; la resolución al gran problema acaba siendo un número más en la larga cadena de π…); además, conexión entre el logro modesto y el titular grandilocuente se pierde en una maraña de tecnicismos y razonamientos a medio explicar que termina por hacer de la noticia un texto inextricable.
¿A qué se debe esta situación? Principalmente, a dos hechos:
1)      Hay cientos de carreras de periodismo (o similares) que forman a miles de profesionales que son absolutos ignorantes sobre cualquier materia de la vida y que, por otra parte, no son educados en la responsabilidad de informar. El resultado son los “pegacables” o los editores de notas de prensa. Es decir: llega una nota de prensa o un cable de agencia al medio de comunicación, el periodista lo retoca para ajustarlo al espacio que le indicó su editor y listo. Cero corroboración, cero verificación, cero consulta. La actitud del periodista es “no sé ni me importa”.
2)      Si a eso le sumamos que los científicos (ya sea por ambición o por supervivencia) exageran sus hallazgos con miras a conseguir más o mejores fondos para proseguir con sus investigaciones, tenemos la ecuación mortal.

30 de mayo de 2012

Palabras que no pienso utilizar (sin mediar tortura) I


He descubierto que hay palabras o expresiones que me caen decididamente mal. Empiezo a detallar las que voy detectando:

proactivo, proactividad: invento que llegó probablemente al castellano a través del inglés proactive, a pesar de su evidente origen latino. Supuestamente, se refiere a una actitud (creativa, voluntariosa, predispuesta a tomar la iniciativa) y reúne la palabra activo o actividad junto al prefijo pro-, en su sentido de “impulso o movimiento hacia delante” (DRAE). Es parte de la jerga hueca del “management” que se emplea con pretensiones pseudotécnicas que no aportan nada, pero que se ponen de moda velozmente y circulan en los ámbitos profesionales como panaceas de los recursos humanos: “Hace falta gente proactiva”.

argento: adjetivo de origen difuso que pretende reemplazar en la jerga coloquial al gentilicio habitual (argentino), por motivos igualmente difusos. Sospecho que la i haga que argentino suene como un diminutivo, como algo menor o insignificante; quizás argento tiene más sonoridad y presencia (es más viril) que argentino, palabra tan desprovista de vigor como los suaves colores de nuestra bandera. No obstante, yo no soy argento, sino argentino. Argento es un director italiano de películas de terror.

frases hechas en inglés (p.ej.: too much): no las necesito. No ahorran palabras, no aportan nada a la comunicación y la mitad de las veces las pronunciamos mal (por defecto o por exceso, con afectación).

recepcionar: habiendo un verbo vejo y conocido, que es recibir, ¿para qué cuernos inventarse un vocablo derivado de recepción (que deriva de recibir), convirtiendo en regular un verbo irregular bajo el amparo de que su significado es “más técnico” o excusas por el estilo?

flipar, molar y otros verbos “juveniles” españoles: no me gusta cómo suenan, no me acostumbro todavía a sus usos y aplicaciones, y no son imprescindibles para la comunicación.

5 de mayo de 2012

Estupidad

"Nunca le atribuyas a la maldad lo que puede ser explicado por la estupidez."
Principio de Hanlon


19 de abril de 2012

17 de abril de 2012

Diez grandes mentiras sobre el asunto Repsol-YPF


Desmontamos en diez puntos las principales mentiras que están circulando sobre el tema de la estatización/ nacionalización/ expropiación/ expoliación/ resoberanización/ sarasarización de YPF a costa de Repsol:
  1. Las empresas privadas nunca invierten en ningún país para “ayudar” a nadie ni para hacer beneficencia, del mismo modo que el panadero no hace pan para alimentar a la gente: todos quieren ganar dinero.
  2. Los gobiernos nunca piensan en el bienestar de ese ente amorfo denominado “el pueblo”. Solo le hacen creer a ¿el pueblo? que está bien, y se dedican a pensar en lo que realmente les interesa. Esto es: ganar dinero.
  3. Cuando alguien dice que va a actuar “con decisión”, “con todos los medios a su alcance”, “caiga quien caiga” y/o “hasta las últimas consecuencias”, significa que no va a hacer nada.
  4. YPF no quiere decir “ya pueden follarles”.
  5. Los informativos a uno y otro lado del Atlántico no informan. Para enterarse de algo con un mínimo de rigor hay que poner el canal Al Jazeera. Y si es en árabe, mejor.
  6. Si quiere comprender algo de lo que está pasando, no le haga caso a un “analista”. Pero mucho menos a un político o a un empresario disfrazado de “analista”. Y muchísimo menos a un periodista con aspiraciones de político o de empresario que aparece disfrazado de “analista”.
  7. Los comentarios en foros de internet no deberían haber existido nunca. La participación, la democracia virtual y todo eso es pura abstracción teórica: la realidad es que hay mucho salame con enormes dificultades en el apartado de “comprensión de lectura”, pero que lamentablemente tiene un teclado a mano. Supongo que en todos los países hay una (o varias) ley(es) de educación a las que culpar.
  8. La nacionalización de YPF no va a beneficiar a los argentinos. La mayoría de la gente va a seguir tan mal como antes.
  9. La expropiación a Repsol no va a perjudicar a los españoles. La mayoría de la gente va a seguir tan mal como antes.
  10. Como dije que iban a ser diez mentiras (por esto de que quedara un número redondo), añadí este punto al final. En él podríamos decir que es mentira que en esta entrada se iban a desmontar diez mentiras.

19 de marzo de 2012

Apuntes porteños: andando por ahí

88, originalmente cargada por Lewenhaupt.

-         Es imposible transitar por Buenos Aires, o tomarse un café, o pararse en una esquina, o sentarse en el banco de una plaza, sin que te aborde alguna persona con intenciones de lo más diversas. Repaso solo algunas de las principales: preguntarte si tenés hora; preguntarte qué hora es; venderte la revista Hecho en Buenos Aires; venderte biromes o lapiceras u otros elementos de oficina; venderte fundas para la tarjeta SUBE; venderte libros para colorear; manguearte unas monedas a cambio de una estampita; manguearte unas monedas para el colectivo; manguearte unas monedas para morfar algo; manguearte unas monedas sin motivo añadido; ofrecerte un show de tango; ofrecerte una excursión al Tigre; ofrecerte cambio-cambio, reales, dólares, cambio; entregarte un folleto para que termines el secundario, vayas al odontólogo o compres artículos de librería; entregarte un volante para “casas de relax”; consultarte dónde queda tal calle, si falta mucho para alguna plaza o dónde para equis colectivo; preguntarte si conocés a Jesús; preguntarte si querés conocer a Jesús; preguntarte por qué no querés conocer a Jesús; invitarte a conocer a Jesús; insistirte con que sería bueno que conocieras a Jesús; afanarte.

17 de marzo de 2012

Cómoda inferioridad

Tanguero sinfónico, originalmente cargada por Julikeishon -dibujos-.

"Algunos hombres tienen una extraña idea de su propio merecimiento y no se permiten aspiraciones que consideran excesivas. Se instalan en una cómoda inferioridad que no admite apuestas fuertes ni mujeres como Nadine."
Alejandro Dolina, en Cartas marcadas

16 de febrero de 2012

Terreno de juego


"Lo más parecido a la vida es una cancha de fútbol. Allí están todos los personajes".
Renato Cesarini (1906-1969)


o


"Uno es en la cancha como es en la vida"
Renato Cesarini citado por 
Alejandro Dolina en "El fútbol atorrante"

22 de enero de 2012

Vladimiro Marrón y su nacionalidad nacional



“Vladimiro Marrón es universal.”
Juan Pedro Soco Urtizberea

“Vladimiro Marrón es Gardel. Por lo tanto, es uruguayo.”
Washington Polidoro

“Vladimiro Marrón mezcla la provocación del intelectual francés con la energía expresiva de los italianos. Sus sentencias compactas unen la tradición filosófica alemana (que asigna a cada concepto una palabra) con la oratoria simple y carismática del pensador anglosajón. También es tozudo como los españoles, nómada como los gitanos, pendenciero como los irlandeses y revolucionario como los cubanos. Pero la mayoría de la gente sólo cree que es chanta como los argentinos.”
Robert Uranga

15 de enero de 2012

Vladimiro Marrón y el arte contemporáneo


Graffitti de Villaobispo
Cargado originalmente por Julikeishon
Por Juan Contreras
Periodista cultural, novelista y central izquierdo argentino

Se afirma que Platón (o quizás Sócrates) creía que no podemos conocer el mundo tal y como es (o que solo podemos saber que no sabemos nada), pues somos hombres en una caverna que apenas tenemos acceso a unas sombras en la pared. Y dicen ilustres plumas (Klemm, Volkoshinov, Garmaz) que esta filosofía del saber imposible, esta epistemología de la verdad oculta, llevó a los artistas clásicos a plasmar su angustia por el mundo incognoscible mediante la búsqueda de la perfección estética, de un realismo modelizado que hallaría (siglos más tarde) su exasperación en los cánones renacentistas y en la proporción áurea.
La modernidad, la ciencia, el progreso (pero también la guerra y el horror) configuraron otro arte, marcado por la rebeldía hacia lo establecido, la ruptura de códigos, la búsqueda de sentido a un mundo caótico en donde los cánones clásicos se antojaban caprichos vetustos. Es el arte del nihilismo y del existencialismo, un arte que indaga en la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser.
Del mismo modo, muchas otras manifestaciones artísticas a lo largo y a lo ancho del planeta reflejan una filosofía, una manera de entender, de ser y de estar en el mundo: desde los íconos rusos a los arabescos; desde el minimalismo escandinavo a la caligrafía japonesa; desde la arquitectura de los totalitarismos a las figuras de papiroflexia. Cada forma de arte es la expresión de una cosmovisión.

14 de enero de 2012

Eppur si muove


077/365 - Home
Cargado originalmente por Lewenhaupt
“¿Cuántos intelectuales se necesitan para que la Tierra gire alrededor del Sol? Tres: uno para decir que la Tierra no gira alrededor del Sol; otro que descubra que la Tierra sí gira alrededor del Sol; y finalmente otro más para que diga que, de no haber sido por el descubrimiento del segundo, la Tierra no giraría alrededor del Sol.”

Vladimiro Marrón